La violencia sexual es una de las formas más graves de violencia y es un delito, consiste en tener o intentar tener relaciones sexuales con una persona sin su consentimiento o con un consentimiento obtenido mediante la violencia o la amenaza.
La violencia contra las niñas y los niños incluye la violencia física, sexual y emocional, así como el abandono y la explotación de menores de 18 años.
La violencia contra las niñas y los niños puede ocurrir en el hogar y en la comunidad, puede ser perpetrada por cuidadores, compañeros o extraños.
La violencia contra los niños se solapa con la violencia juvenil. Puede comenzar entre los grupos de edad más jóvenes, luego escalar y continuar hasta la edad adulta.
La violencia tiene graves consecuencias para la salud y el bienestar de las niñas y los niños, y sus comunidades, puede resultar en la muerte incluidos los homicidios de niños y jóvenes, también se ha relacionado con una serie de problemas de salud física, sexual, reproductiva y mental, incluido el deterioro del desarrollo social, emocional y cognitivo, lesiones y problemas de salud a lo largo de sus vidas, así como la adopción de conductas de alto riesgo como fumar, abuso de alcohol, drogas y sexo sin protección.
Los costos sociales y económicos de la violencia son altos y a menudo para toda la vida, incluido el bajo rendimiento escolar, un mayor riesgo de desempleo y pobreza, así como una asociación a la pertenencia en pandillas o crimen organizado.
La mayoría de los casos de violencia sexual se produce en el entorno cercano (hogar, familia, escuela) de la niña, niño.
Para prevenir los posibles casos de violencia:
Los padres y madres deben tener una buena comunicación con sus hijos e hijas, basada en la confianza y siempre adecuada a su edad
Es fundamental escuchar a los niños y niñas, reforzarles que entendemos cómo se sienten y que nos importan y de esta forma, si alguien intentara algún tipo de abuso, ellos se lo contarían desde el primer momento a su padre o madre.
Hay que hacer mucho hincapié en la prevención: enseñar a los niños y niñas a respetarse, a decir no y a contar las cosas que les ocurren a sus adultos de confianza.
Hay que explicar a los niños y niñas que hay unas partes íntimas que nadie debe tocar y que jamás deben aceptar una situación en la que otra persona les haga sentirse molestos.
Es muy importante hablar de sexualidad, no debemos descalificarlos ni insultarlos cuando se toquen sus genitales o pregunten por alguna zona íntima, al contrario pensarán que es un tema sagrado y si les ocurre algo respecto a este tema no lo contarán, porque se sentirán sucios o culpables.
Redactado por Emilly Conejo
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